No hay más que decirles que
es salido de cuentos. Si quieres comprobarlo tú mismo, te invito a viajar al
departamento de Alsacia en el Alto Rin.
Colmar parece un pueblo pero
alberga más de 60.000 habitantes. La parte antigua está exquisitamente conservada y pasear por ella es deslumbrarse
con edificios de estilo gótico alemán y del primer Renacimiento. Son imperdibles
las iglesias, de las cuales se destaca la colegiata de San Martín del siglo
XIII.
Los notables pintores Martin
Schongauer y Matthias Grünewald encontraron aquí su inspiración. Sus obras aún
pueden verse en el Museo de Unterlinden, que ocupa otro edificio histórico de
Colmar, el antiguo convento de la orden dominicana. Otro lugareño ilustre es Frédéric Auguste Bartholdi, más conocido
como el creador de la Estatua de la Libertad, ícono de Nueva York.
Si la belleza de Colmar no es un gran motivo para
visitar la ciudad, además debes saber que está incluida en la Ruta del Vino de
Alsacia por ser considerada la “Capital” de la región en cuanto a esta bebida
se refiere.
El río Lauch baña sus
orillas y las Montañas Vosges custodian sus espaldas. Colmar tiene hermosos
días soleados (es la segunda ciudad más seca de Francia) para que puedas andar
por sus calles y disfrutar de la sensación de estar en un cuento.
Te recomendamos: Casa de las Cabezas, una edificio de
principios del siglo XVII que debe su nombre a las 106 cabezas que decoran su
fachada, coronado la casa se encuentra la estatua de un tonelero que fue
añadida en 1902, cuando se instaló aquí la compañía de vino Exchange.
Mirándola no hace falta
pensarlo dos veces para salir a su encuentro, ¿no crees?




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